Japón, el terrremoto y el tsunami.

    Me estremezco al ver día a día las imágenes que llegan desde Japón, la brutalidad de la naturaleza, la batalla perdida del hombre con la naturaleza.

   Hace unos días escuché, en un programa de radio, a un señor que decía que el hombre intentaba llevar la contraria a la naturaleza y que posiblemente este terremoto no hubiera tenido ningún efecto si el hombre no hubiera habitado las zonas sensibles a este tipo de fenómenos naturales, sin duda tiene razón este señor pero recordarle a este señor que Japón lleva habitado por el ser humano muchos años y que seguramente no se sabía que estaba asentado en un lugar tan delicado desde el punto de vista sismológico, lo sabemos ahora, que hay medios tecnológicos para determinar esto.

   Ahora lo que desde mi humilde punto de vista es ayudar a un país rico, la tercera economía del mundo, a salir lo antes posible de esta situación.

   De lo contrario agravará la delicada situación económica mundial. Japón tradicionalmente ha sido un pueblo luchador, que se recupera de situaciones adversas, recordemos la Segunda Guerra Mundial, las dos bombas atómicas en Hirosima y Nagasaki, y como en medio siglo se convirtió en una potencia económica.

   Creo que saldrá dentro de poco de este verdadero caos, el espíritu luchador, trabajador, sumiso, serán capaces de adaptarse a la situación que les ha tocado vivir.

   Como decía al principio las imágenes hablan por si solas, pero quizás lo más preocupante sea las centrales nucleares, la situación de los reactores, así como la contaminación radiactiva que se haya podido producir es en estos momentos lo que más preocupado tenga a la sociedad nipona.

   Confiemos en el pueblo Japonés y en la solidaridad del mundo con las desgracias que ocurren en cualquier lugar, el año pasado Haití y Chile, vivieron una situación similar, Haití la dejamos de lado y Chile tiene recursos suficientes para salir poco a poco a flote.